La Peña de Añézcar, con sus 656 metros de altura que llama la atención de todo el que se acerca a Pamplona por la Nacional 240.
Es un monte rocoso que en su vertiente Oeste, presenta su lado más escarpado. En su lado contrario una suave loma que desciendo hacia Larragueta.
La fisonomía del peñasco varío cuando un terremoto en 2013, desgajó parte de la peña y grandes bloques de piedra cayeron.
Sobre la cima, según estudios arqueológico, localizaron restos de un castro romano, un castillo medieval y una antigua ermita. Nada de esto pervive.
Ya en el siglo XX su cima fue ocupada por la imagen del gran toro de Osborne, derribado destruido en los años 80. Se pueden apreciar los grandes bloques de piedra donde reposaban las patas del animal.
