La primera noticia de la ermita de San Miguel de Izaga es de 1084. Se encuentra situada un más abajo de la cima de la Peña de Izaga con unas vistas espectaculares de Izagandoa.
La construcción es de estilo románico cisterciense y data de finales del siglo XII o principios del XIII.
La ermita tiene dos puertas una al Norte y otra al Sur. Los muros son de sillería de gran sencillez. Que contrastan con su interior bastante complejo de tres naves que la relacionan con la iglesia de San Pedro de Aibar y la Nuestra Señora de Musquilda de Ochagavía.
La utilización de pilares circulares y la existencia de la cubierta de madera ponen esta ermita en relación con algunas iglesias de Cataluña e Italia.
