Se encuentra el lavadero en la parte más alta del pueblo, prácticamente donde comienza el camino que nos subiría hasta el monte Makirriamendi.
Está cerrado en tres de sus lados, por paredes de piedra de mampostería que sujetan una cubierta de madera que a su vez la cubre un tejado a un agua.
Dos vigas de madera, que ayudan a sujetar la cubierta, se encuentran sobre la gran pila cuadrada. Llena de agua muy clara y fría.
La fuente que alimenta el lavadero está dentro del mismo lavadero.
El exterior parece reformado hace bastante tiempo, pero la pila presenta un aspecto más antiguo y original.
